El desayuno es la comida más importante del día. Esa frase la dicen los nutricionistas y los médicos no dejan de recomendar que comamos avena en la mañana. Para ello, la avena debe ser de alta calidad, respetar el medio ambiente, y estar libre de impurezas y partículas extrañas. Para variar el sabor, puedes agregarle a la mezcla frutas frescas, nueces, canela, crema o yogur bajo en grasa.
Conoce cómo se transforma tu organismo cuando consumes avena todos los días:
Piel más sana: es ideal para el tratamiento de afecciones inflamatorias como el eczema o la irritación, ya que su consumo promueve la salud de la piel.
Músculos con más proteínas: 8 cucharadas de harina de avena le dan a tu cuerpo un 15% de la cantidad diaria recomendada de proteínas. No te olvides de la vitamina E, los antioxidantes, y la glutamina, que ayudan a regenerar las fibras musculares.
Niveles de antioxidantes: uno de ellos es la avenantramida, la cual ayuda contra la picazón, la inflamación, y la presión arterial. Además de esto, contiene beta-glucano, que reduce el azúcar en la sangre.
Lleno de energía: es muy rica en carbohidratos y proporciona más energía al cuerpo. Los médicos recomiendan consumir un poco de avena seca, ya que te sentirás satisfecho por un tiempo más prolongado, evitando la necesidad de ingerir otros alimentos.
Perderás peso: su consumo diario ayuda a mejorar el metabolismo acelerando la pérdida de peso. Un desayuno basado en harina de avena durante un largo período de tiempo nos permite evitar un exceso en el consumo de calorías.
Disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas: es rica en grasas saludables y apoya al buen funcionamiento de las células cardíacas, además de hacer lo mismo con el sistema circulatorio.
Libera de problemas digestivos: comer fibra diariamente, de 25 a 35 gramos, es ideal para una buena digestión. Solo una pequeña porción de avena contiene 1/5 de la ingesta diaria recomendada de fibra.